Una vez, una niña iba a hacer su comunión, en una iglesia al lado de su pueblo. Ella iba muy contenta hacia la iglesia con sus padres e invitados, la mayoría iban a caballo. Después de la ceremonia, se prepararon para salir. Los padres de la niña la dejaron atrás y a ella se la comió un lobo. Con el paso del tiempo no encontraron a la niña, por lo cual la dieron por muerta. Muchos años después construyeron casas, granjas, hicieron caminos… al lado de donde ella murió (…)