Hay quienes deciden armonizar las mundanas mudanzas del presente con la búsqueda de una estabilidad espiritual cuyo origen se pierde en la bruma de las creencias. Viviendo bajo la enseñanza del Pico Almanzor, la cumbre principal de la Sierra de Gredos y cercano el mosaico de colores que consagran sus faldas y valles, puede resultar más sencillo sentirse atraído por el misticismo, y hay quien aprovecha la oportunidad para hacer más intenso su compromiso con su credo. El lugar es acogedor y el paisaje de una belleza de felicitación. Entre Villanueva y Madrigal, donde residen con sus familias y trabajan en muy diferentes oficios, una comunidad sufí integrada por hombres y mujeres se reúne poco después del mediodía para la oración del viernes, día sagrado para el Islam. Con exquisita hospitalidad reciben y conversan, ofrecen una intimidad que busca satisfacción en la vida espiritual.