Hay quien dijo que el Cernícalo primilla venía a ser como la sonrisa del paisaje urbano: eran aves anónimas abundantes, incluso dignas de ser criadas y bautizadas por la vecindad, a la que pertenecían por su cercanía a las casas, por su residencia en los tejados, por su conchabanza como utilísimo insecticida. Hay recursos llegados de Europa que se emplean adecuadamente para dar protección y esperanza a la fauna silvestre, y también en las ciudades. El programa Life Zepa Urban implica a instituciones, empresas, profesionales y asociaciones ecologistas, y las emplaza a un objetivo principal: concienciar a las gentes, hacer un trabajo bien hecho y asegurar la conservación del Cernícalo Primilla a largo plazo, y en cualquier zona urbana que albergue colonias de la especie.