Llueve… Cae el agua del cielo sobre Salvatierra de los Barros, como una columna gris en el silencio de la tarde. En los últimos tiempos, parecen los artesanos náufragos que reman hacia una isla sin saber si se trata de una isla real o de su espectro. Y ello aunque no son pocos, y quizás tampoco sean los últimos.
Hombres y mujeres apegados textualmente a la tierra, símbolo de la resistencia, el que describió José Saramago en su caverna sin ventanas. ¿Desde cuándo? Coincide la construcción del Pozo de las Nieves, en el siglo XVI, con las primeras nuevas sobre la artesanía del barro en Salvatierra, aunque su origen continúe velado entre nubes… Fue en aquella época cuando se estrecharon los lazos con los artesanos vecinos de Estremoz y el oficio se documentó bajo la sierra de los Helechales. Aquí, no se sabe si fueron los alfareros quienes bautizaron su tierra, o al contrario, si fueron los mismos barros quienes crearon al hombre.