«De lo que se come se cría», reza un viejísimo adagio campesino. Así, quienes comen luz, agua y nutrientes a través de sus raíces, engendran y crían hojas, flores, fibras, polen, frutos, savia, tallos, troncos, ramas, granos. A estos les llamamos plantas.Así, quienes comen plantas, engendran y crían en ellos mismos lo que llamamos carne. Si son aves, también huevos. Si son mamíferos, leche. Si son abejas, la miel. A estos les llamamos animales, de los cuales, unos se comen, otros no. Con lo que a ellos les sobra crece el suelo, que es la madre de todo, junto al agua y al sol.Y así se cierra el ciclo, y se repite continuamente, aparentemente sin fin.A su conjunto le llamamos naturaleza, o medio ambiente. A veces, le llamamos también «ecosistema». Y ese ciclo, durante toda la existencia humana en el planeta, nos dio nuestro sustento.Cientos de miles de años después de iniciarse, el ciclo se rompió, o amenazó romperse, o amenaza romperse, o ya está roto, y hay que pensar en reconstruirlo para garantizar que haya futuro, como ha habido pasado.Para algunos, esta tarea se llama, simplemente, promover a gran escala la agricultura y la ganadería ecológicas. ¿A qué se refieren cuando hablan de ello?