Culturas milenarias, leyendas y romances, calles que envuelven al paseante en una extraña melancolía por el retorno al pasado… Cáceres es todo eso, un embriagador casco monumental, y mucho más: una ciudad colorista y en crecimiento que convive en armonía con el espectáculo de la naturaleza, protagonizado por las cigüeñas que surcan sus cielos y pueblan sus torres.