Un paisaje tan familiar a nuestros ojos como objeto de histórica desconsideración. Una pared de piedra seca viene a ser un muro en el que las piedras se sostienen juntas, sin empleo de argamasa o mortero, muchas veces ni siquiera barro. Poder asistir al levantamiento de un tramo de estos muro y hacerlo además con padre e hijo como anfitriones es aprender un oficio de esfuerzo y habilidad que precisa de la mayor paciencia y la exacta serenidad.